Los pacientes que se someten a una cirugía corren el riesgo de sufrir malnutrición debido a la enfermedad subyacente, los períodos de inanición, el estrés de la cirugía y el consiguiente aumento de la tasa de metabolismo. La malnutrición en los pacientes quirúrgicos se ha correlacionado con una estancia hospitalaria más prolongada, mayores complicaciones postoperatorias y mortalidad, y posteriormente con mayores costes.

Se ha demostrado que los suplementos orales mejoraron significativamente la ingesta de energía y proteínas después de la cirugía. Así como el estado nutricional, la fuerza de prensión y la calidad de vida que mejoraron considerablemente y se redujo el uso de antibióticos.

Las 'Directrices de ESPEN sobre nutrición enteral: Cirugía incluyendo el trasplante de órganos" recomiendan el apoyo nutricional preoperatorio durante 10-14 días antes de una cirugía electiva mayor en pacientes con riesgo nutricional severo.

Se debe alentar a los pacientes a tomar suplementos orales si no satisfacen sus necesidades energéticas con la comida normal, lo que ocurre con frecuencia (Grado C).

Después de una cirugía gastrointestinal, se recomienda la iniciación postoperatoria temprana de la ingesta de alimentos por vía oral (alimentos normales o suplementos orales) (Grado A).

Si el estado nutricional sigue siendo inferior al óptimo, se aconseja continuar con la administración de suplementos orales después del alta hospitalaria (Grado C) 10.