Paciente crítico
En las enfermedades críticas el metabolismo se caracteriza por varias fases destinadas a mantener la homeostasis, las funciones vitales y, en última instancia, la supervivencia. En general, hay tres fases que comienzan con la fase de flujo y reflujo (fase aguda), a veces seguida de una fase crónica, que precede a la recuperación.
Existen varias respuestas metabólicas a una lesión, causadas principalmente por componentes neuroendocrinos e inflamatorios/inmunes. El metabolismo puede sufrir diferentes tipos de respuestas al estrés producido por las lesiones y se caracteriza por:
Aumento de la tasa catabólica
La respuesta metabólica al estrés implica un catabolismo incontrolado y el desarrollo de una resistencia a las señales anabólicas, incluida la insulina.
Desperdicio de masa corporal magra
El metabolismo del estrés conduce a la resistencia a las señales anabólicas y a la consiguiente pérdida de proteína y función muscular como una importante consecuencia a largo plazo. (4).
Hiperglucemia
El estrés severo en forma de enfermedad crítica puede causar hiperglucemia en pacientes sin un diagnóstico previo de diabetes. La hiperglucemia es una respuesta común a las enfermedades agudas y a la sepsis grave, que puede dar lugar a resultados deficientes.
Inflamación sistémica
Las enfermedades críticas se caracterizan por un desequilibrio en las citoquinas pro y antiinflamatorias o por una inmunosupresión excesivamente exuberante asociada a las enfermedades reguladas por las citoquinas que afecta a los resultados.
El apoyo nutricional es una parte integral de la atención a los pacientes en estado crítico. Las enfermedades críticas suelen estar asociadas a un estado de estrés catabólico en el que los pacientes demuestran una respuesta inflamatoria sistémica junto con complicaciones de aumento de la morbilidad infecciosa, disfunción de múltiples órganos, hospitalización prolongada y mortalidad desproporcionada. Se cree que la alimentación enteral temprana ayuda a atenuar la respuesta metabólica al estrés y a prevenir las lesiones celulares oxidativas. Se puede lograr una mejora en el curso clínico de una enfermedad crítica mediante la nutrición enteral temprana, la administración apropiada de macro y micronutrientes y un control glucémico meticuloso. La administración de una terapia de apoyo a la nutrición, principalmente por vía enteral, se considera una estrategia terapéutica proactiva que puede reducir la gravedad de la enfermedad, disminuir las complicaciones, reducir la duración de la estancia en la UCI y repercutir favorablemente en los resultados de los pacientes.