Desnutrición general
La desnutrición se define como el índice de masa corporal menor de 18.5 kg/m2 o más de un 5% de pérdida de peso involuntaria en 3 meses. El IMC de 18.5-20 kg/m2 indica que se está en la línea del bajo peso.
Sus efectos adversos se conocen desde la antigüedad y actualmente la importancia de un soporte nutricional adecuado como componente del manejo clínico integral de los pacientes es ampliamente aceptado. Sin embargo, sigue siendo un problema en gran medida no reconocido y su prevalencia relacionada con la enfermedad sigue siendo alta.
En un estudio prospectivo y multicéntrico reciente, se evaluó el estado nutricional de 1886 pacientes en el momento del ingreso a diferentes departamentos médicos. Se encontró desnutrición en hasta el 56% de los pacientes, dependiendo del grupo de pacientes.
Esa desnutrición severa se reconoce fácilmente, las formas menos severas de desnutrición pueden ser difíciles de identificar con confianza. Los intentos formales de definir o reconocer PEM o riesgo de desnutrición no han sido del todo exitosos.
Por lo tanto, la primera investigación a nivel europeo sobre el estado nutricional de los pacientes hospitalizados, el “día de la nutrición”, comenzó en 2006. 16455 pacientes en 748 salas y 25 países participaron en la primera auditoría de un solo día. Los cuestionarios evaluaron el estado nutricional real de estos pacientes y la rutina nutricional en el hospital. Un tercio de los pacientes estaban desnutridos al ingreso al hospital. Después de un mes se registró el resultado de los pacientes. La duración de la estancia hospitalaria aumentó en aproximadamente un 50% y la mortalidad fue de dos a tres veces mayor en pacientes malnutridos. La pérdida de peso durante la estadía en el hospital también empeoró el resultado. (presentation of Hiesmayr JM 28th ESPEN Congress 2006, www.nutritionday.org).
Una revisión reciente de Norman et al. (2008) resume el impacto pronóstico de la desnutrición relacionada con la enfermedad y subraya la asociación de la desnutrición con el aumento de la morbilidad, la mortalidad y los costos de atención médica5. El apoyo nutricional puede reducir los efectos adversos de la desnutrición. Se ha demostrado que los suplementos nutricionales orales conducen a mejoras en el curso clínico y al ahorro de costos 6.
Para los pacientes cuya ingesta normal de alimentos no cumple con sus requerimientos nutricionales, se indica la suplementación nutricional oral, alimentación nasogástrica suplementaria, nutrición enteral total o nutrición parenteral.