Paciente renal
Cuando se diagnostica ERC (enfermedad renal crónica), llevar una alimentación equilibrada será de gran importancia y podría ayudar incluso a retrasar la progresión de la enfermedad.
Durante los estadios iniciales de la ERC, la dieta saludable incluye gran variedad de alimentos, sobre todo cereales integrales, fruta y verdura fresca.
Pero a medida que la patología avanza, hay que tener especial cuidado con ciertos alimentos. El objetivo es controlar muy bien la ingesta de algunos elementos como son, especialmente, las proteínas, el fósforo y el potasio. Pero, a la vez, la dieta tiene que seguir siendo saludable y óptima para cubrir las necesidades de macro y micronutrientes que tiene nuestro cuerpo.
Tomar complementos de aminoácidos o suplementos nutricionales podría resultar útil para asegurar las necesidades calórico-proteicas y de minerales de nuestro organismo.
La función renal juega un papel importante en la regulación del equilibrio ácido-base, balance hidroeléctrico, metabolismo fosfocálcico y balance nitrogenado. Por ello, la insuficiencia renal aguda (IRA) y crónica (IRC) afectan de una manera especial a la situación metabólica y nutricional de los pacientes, ya que se ven afectados factores neuroendocrinos y niveles de citoquinas.
Los pacientes con IRC presentan una alta prevalencia de malnutrición calórico-proteica, con alteración del compartimiento graso y proteico, así como una profunda alteración de las proteínas séricas.
Cuidar de la alimentación de los pacientes con patología renal es especialmente importante para mejorar su calidad de vida.