¿Qué debes saber de las sondas nasogástricas en pacientes pediátricos?

La pediatría es una rama delicada en la medicina moderna. Por ello, en los últimos años se ha puesto tanto esfuerzo en mejorar la calidad de vida de esta población.

Las niñas y los niños que necesitan de una sonda nasogástrica deben seguir una serie de recomendaciones y cuidados. 

¿Qué debes saber de las sondas nasogástricas?

1.  Tener en casa todo lo que vuestro hijo necesita, tanto la fórmula de nutrición como los equipos de administración (bomba de alimentación, set de líneas para la bomba o sistema de goteo por gravedad, jeringas para administrar agua o medicamentos). 
2.    Recordar mantener bien limpia la parte externa de la sonda (puede hacerse con una gasa, agua y jabón).
3.    Asegurarte de que la sonda está bien colocada tomando como referencia la marca de la propia sonda. 
4.    Después de pasar la alimentación o medicación por la sonda, infundir 5-10 ml de agua para limpiarla. 
5.    Los medicamentos, excepto si no es por indicación médica, no se deben mezclar con la alimentación, sino que se deben administrar por el orificio más pequeño de la sonda y luego se debe pasar agua. Si son comprimidos, se pueden chafar hasta que se conviertan en polvo. Después, para administrarlo se deben mezclar con un poco de agua.
6.    En caso de obstrucción o retirada de sonda de forma accidental, seguir las indicaciones que el especialista os ha indicado. 
7.    Cerrar siempre el conector de la sonda cuando no se administre nutrición, agua o medicación.

En cuanto a la pauta a seguir, ya sea respecto a la cantidad de alimentación cómo la forma de administración, seguir siempre las indicaciones del especialista.  El especialista será el que elegirá la fórmula de nutrición enteral que mejor se adapte a tu hijo. La alimentación se puede administrar de forma intermitente o continua, en función de la edad del niño, de la patología de base, del estado nutricional y de la funcionalidad del aparato digestivo. La fórmula de nutrición enteral puede ser administrada mediante:

- Jeringa: se desaconseja ya que las complicaciones suelen derivarse de una administración demasiado rápida.
- Gravedad: más lenta y mejor tolerada.
- Bomba: permite regular exactamente la velocidad de infusión.