¿Qué consumir cuando padeces esclerosis múltiple?

Estadística e históricamente, las mujeres han manifestado mayor disposición a seguir una dieta saludable y una alimentación equilibrada. Sin embargo, según los datos de la Federación española de esclerosis múltiple (EM), la prevalencia nacional de esta enfermedad en las mujeres es 2 veces mayor que en los hombres. 

A pesar de estos datos, los especialistas manifiestan que la calidad de vida de estos pacientes es más alta en las mujeres y estos resultados en gran medida lo achacan a una dieta sana, equilibrada y variada. 

Así como sucede en la población general, para las personas con EM, los aportes de todos los nutrientes son necesarios para el buen funcionamiento del organismo. 

Una alimentación adecuada, puede tener un efecto antiinflamatorio en el cuerpo humano y mejorar el curso de enfermedades crónicas. En el caso de la EM, algunos estudios confirman que la dieta es un factor importante para determinar su riesgo y progresión de la enfermedad. 

Efectos positivos de algunos alimentos en la EM 

Algunos estudios clínicos han demostrado resultados positivos ante algunos síntomas de la esclerosis múltiple.  

Aceite de pescado y aceite de oliva:  

Ambos alimentos contienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. 

Cacao:  

Cúrcuma (Curcuma longa): 

Posee efectos antiinflamatorios y neuroprotectores. Sin embargo, considerando los posibles efectos en la enfermedad se requiere continuar con investigaciones al respecto.  

Salmón:  

La ingesta recomendada de vitamina D es de 10 a 20 μg al día. El salmón salvaje es fuente importante de esta vitamina con un contenido de 8 a 55 μg/100g, en contraste con el salmón criado en granjas el cual aporta de 4,2 a 10 μg /100 gramos de vitamina D. Debido a la importancia de la vitamina D en la esclerosis múltiple, es importante que los pacientes consuman salmón de manera regular.  

La vitamina D es uno de los nutrientes más importantes para contrarrestar los efectos de la EM. Por ello muchos especialistas recomiendan a sus pacientes la realización de actividad física al aire libre con una exposición moderada al sol.  

Sin embargo, estudios recientes han demostrado que otros nutrientes como los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs) previenen y protegen de los efectos de la esclerosis múltiple. 

Aunque el efecto de los PUFAs no interviene directamente sobre la progresión de la enfermedad, pueden reducir las recaídas en 2 años. 

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