Parálisis cerebral infantil: causas y tratamiento

La parálisis cerebral infantil es debida a una lesión o una anormalidad que ocurre en el cerebro en desarrollo o inmaduro. Los efectos que la lesión cerebral temprana produce en el desarrollo del niño, son diferentes de las que ocasionan lesiones similar en etapas posteriores de la vida.  

Para hablar de las causas que acontecen a la parálisis cerebral infantil, podemos dividirlas en tres grupos, según el momento en el que ocurran: durante el embarazo, en el parto, o posteriormente a este.  

Se ha demostrado que existe un elevado porcentaje de casos que son debidos a factores prenatales (aquellos que ocurren durante el embarazo).  

Deberemos tener en cuenta factores maternos (alteraciones de la coagulación, enfermedades autoinmunes, hipertensión, infección intrauterina, traumatismos, sustancias tóxicas…), alteraciones de la placenta ( trombosis tanto en el lado materno como en el fetal, cambios vasculares o posibles infecciones) y factores fetales (gestación múltiple, retraso del crecimiento intrauterino, polihidramnios o malformaciones).Las causas genéticas suelen ser poco frecuentes en este grupo.  

Aunque dentro de los factores perinatales, o los más cercanos en el momento del parto, la asfixia perinatal se relacionó en el pasado como la causa más frecuente, se ha podido demostrar que solo explica un 13% de los casos. Los niños con asfixia perinatal que desarrollan parálisis cerebral infantil, normalmente tienen otros factores de riesgo asociados, como infección intrauterina, trastornos de la coagulación… Por lo que se puede concluir, que ambos grupos etiológicos están relacionados.  

Dentro de estos factores perinatales nos encontramos con prematuridad y bajo peso, fiebre materna durante el parto o infección sistémica o del sistema nervioso, hipoglucemia mantenida, hiperbilirrubinemia, hemorragia intracraneal, encefalopatía hipóxico-isquémica, traumatismo, cirugía cardíaca… 

Por último, en el periodo postnatal, las infecciones (sobre todo meningitis o sepsis tempranas), intoxicaciones y traumatismos son las causas más frecuentes. 

En cuanto a los tratamientos, se basan en mejorar la calidad de vida del paciente y adelantarnos a sus necesidades. La fisioterapia y rehabilitación resultan imprescindibles para hacer frente a los trastornos del movimiento, alteraciones del tono muscular y anormalidades esqueléticas que se derivan de ello. Del mismo modo, el abordaje de las complicaciones neurológicas y nutricionales son igualmente necesarias, para tratar que el desarrollo cognitivo y pondero-estatural sea el óptimo dentro de su patología de base.