Un niño tiene estreñimiento si…

Presenta dificultad o retraso en la defecación. Es importante tener en cuenta que el estreñimiento no sólo significa la disminución de la frecuencia defecatoria, ya que un niño puede realizar deposiciones todos los días pero si son grandes, duras y secas, o le produce incomodidad también se consideraría estreñimiento. O al contrario, un niño puede realizar deposiciones solo 3 veces por semana pero si son de aspecto normal, sin dolor ni esfuerzo se puede considerar un hábito intestinal normal.  

El estreñimiento es uno de los motivos más frecuentes de consulta en la edad infantil, tanto en atención primaria como en especializada, provocando en ocasiones gran preocupación en los padres, ya que puede afectar a la calidad de vida del niño, por lo que es necesario un abordaje temprano por parte del pediatra para evitar que la situación se prolongue en el tiempo. 

No todo es estreñimiento 

Es importante conocer también otras entidades que ocurren en lactantes que nos pueden hacer pensar que estamos ante un estreñimiento, no siendo este el caso y no precisando tratamiento: la disquecia y el pseudoestreñimiento del lactante.  

• La disquecia del lactante son episodios que ocurren en lactantes menores de 9 meses de edad de gran esfuerzo y llanto antes de realizar unas heces blandas, de aspecto normal, desapareciendo tras ello. Estos episodios pueden durar hasta 10-20 minutos. Son debidas a una incoordinación a la hora de contraer los músculos abdominales y relajar el esfínter anal durante la defecación, que mejora a medida que el bebé va madurando. 
• El pseudoestreñimiento del lactante ocurre en aquellos alimentados generalmente con lactancia materna, que presentan una disminución del ritmo intestinal normal, pudiendo estar hasta 5-7 días sin realizar deposiciones (incluso más en algunos casos) y siendo estas normales y sin esfuerzo cuando las hace.