¿Cuáles son las complicaciones de uso de la sonda nasogástrica?
31 Mayo 2022
Santa Cruz de Tenerife
Alejandra Pérez Rodríguez
Especialista en nutrición infantil y enfermedades metabólicas en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife.
El área clínica de la nutrición enteral es muy delicada por su transversalidad e influencia sobre el organismo de las personas.
El personal que se dedica a proporcionar este tipo de nutrición es un personal especializado. Sin embargo, cuando hablamos de nutrición enteral a través de sonda nasogástrica la preparación del personal y la persona que requiere este tratamiento es mucho mayor.
La manipulación de una sonda nasogástrica no solo es delicada, sino complicada en algunos casos. De ahí, el importante número de complicaciones que acarrea un mal uso de la misma.
En este artículo te explicamos algunas de las complicaciones más frecuentes del uso de una sonda nasogástrica, cómo evitarlas y cómo solucionarlas.
Complicaciones del uso de la sonda nasogástrica
1- Oclusión de la sonda: Es una de las complicaciones más habituales y obliga al personal sanitario a cambiar la sonda con frecuencia.
¿Cómo evitarla?
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Lavar las sondas con agua tibia (con 5ml en niños pequeños) y con (30 ml en adultos) antes y después de la infusión intermitente, o con el cambio de bolsa o biberón si es continua.
Recomendaciones:
Lavar la sonda antes y después de cada medicación.
Lavar una o dos veces al día, aunque la sonda no se utilice.
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Utilizar una sonda de calibre adecuado. Tu médico te indicará el tamaño apropiado.
Recomendaciones:
Las sondas pequeñas se obstruyen con mayor facilidad.
Las fórmulas con fibra requieren una mayor sistematización en su limpieza porque suelen ser más viscosas.
No administrar bebidas carbonatadas junto con la administración de alimentos, ya que favorece la formación de grumos.
¿Cómo solucionarla?
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Retirar los restos de la nutrición que quedan en la sonda con 3-5ml de agua tibia.
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Intentar eliminar los residuos aspirando con una jeringa vacía.
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Si persiste la obstrucción introducir de 3 a 5 ml de refresco de cola a presión.
Recomendaciones:
En caso de no poder desobstruir, acudir al centro de referencia para cambiar la sonda.
2- Vómitos o náuseas: Suelen ocurrir con menor frecuencia que la obstrucción. Sin embargo, sus desencadenantes son varios.
Causas:
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Sonda mal colocada.
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Una administración de la nutrición muy rápida.
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La cantidad de nutrición suministrada es muy alta.
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Utilizan la fórmula incorrecta.
¿Cómo solucionarlos?
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Detener la alimentación durante 1 o 2 horas si la administración es continua, o hasta el horario de comida siguiente, si la nutrición es fraccionada.
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Reiniciar la alimentación comprobando una posición adecuada del paciente y la velocidad de administración de la nutrición.
Recomendaciones:
Empezar a un tercio de la velocidad prevista e ir aumentando hasta alcanzar la velocidad habitual.
Si persisten los vómitos-náuseas, pare la alimentación y consulte con el personal sanitario.
3- Diarrea y distensión abdominal: No suele ser una de las complicaciones más frecuentes, pero pueden suceder.
Causas:
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Lo puede ocasionar una administración muy rápida de la alimentación.
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Puede deberse a que la fórmula esté muy fría.
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Se pueden producir por la utilización de una fórmula contaminada.
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El desplazamiento de la sonda al yeyuno.
¿Cómo evitarlas?
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Asegurarse de que la temperatura de la infusión sea la adecuada.
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La velocidad a la que se administra la infusión debe ser la correcta.
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La preparación de la fórmula debe ser la correcta.
Recomendación:
Si persisten las diarreas, consulte al personal sanitario.
4- Extracción accidental de la sonda: El error lo suele cometer el personal sanitario. En estos casos los cuidados son más delicados.
Recomendaciones:
Si estás entrenado introduzca la sonda de repuesto.
Si la extracción errónea fue realizada durante el tratamiento, debes consultar al personal sanitario.
5- Irritación o ulceración de la nariz: Ocurre por la presión o roce de la sonda.
¿Cómo evitarlas?
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Movilizar periódicamente la sonda para que no presione sobre el mismo punto.
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Curar la zona con desinfectante y agua tibia.
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Secar bien.
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Utilizar esparadrapos hipoalergénicos o apósitos transparentes de poliuretano para evitar una dermatitis de contacto. Cambiarlo cada día.
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Si ve alguna herida o irritación en la piel, deberá colocar un apósito hidrocoloide entre la herida y la sonda, siempre que no haya una infección.
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Fijar la sonda con esparadrapo.
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Intentar que la persona tratada no se arranque la sonda de manera accidental.
6- Aspiración pulmonar: Es sin duda la complicación más delicada y la que debemos evitar a toda costa.
¿Cómo evitarla?
Colocar a la persona con nutrición enteral por son nasogástrica en una posición adecuada durante la infusión.
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