¿Cómo mejorar la diabetes con ejercicio?

El fenómeno del alba fue descrito por primera vez en 1981 por Schmidt. Consiste en la elevación de la glucosa basal (glicemia medida a primera hora de la mañana) de más de 20 mg/dl  respecto al nivel más bajo de glicemia durante la noche. 

En el horario nocturno se producen picos de hormonas, como el cortisol y la hormona de crecimiento, que aumentan la producción de glucosa en el hígado. Estas hormonas, en personas sin diabetes, no modifican de forma significativa los niveles de glucemia sanguínea puesto que existe un aumento de la producción endógena de insulina para compensarlo.  En las personas con diabetes esta compensación no se produce y aparece el fenómeno del alba. Otras hormonas, como el glucagón y las catecolaminas, también incrementan los niveles de la glicemia contribuyendo a este fenómeno. 

Las personas diabéticas que presentan de forma más pronunciada el fenómeno del alba tienen un empeoramiento del control glicémico de aproximadamente 0.4% de hemoglobina glicosilada respecto a los que no lo presentan. 

El ejercicio regular juega un importante papel en el tratamiento de la diabetes, ya que aumenta la sensibilidad a la insulina, mejora el control de la glucemia y previene el desarrollo de complicaciones crónicas.  Las guías recomiendan en adultos con diabetes mellitus tipo 2(DM 2) un mínimo de 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado por semana. 

Además, se ha evidenciado mejoras en la glicemia basal, el fenómeno del alba y la variabilidad glucemia nocturna, en aquellas personas con DM 2, que realizan pequeñas interrupciones del sedentarismo en forma de paseos de leve intensidad, de 3 minutos de duración cada 15 o 30 minutos, con respecto a las personas que permanecen sedentarias durante periodos más prolongados de tiempo.  

Otros estudios sugieren que, en las personas con un fenómeno del alba pronunciado, la realización de ejercicio físico aeróbico moderado antes del desayuno ayuda a disminuir los niveles de glucosa basal y a moderar el fenómeno del alba. 

CONCLUSIÓN 

El ejercicio físico regular programado mejora el control de la diabetes, pero si no se puede realizar, cualquier actividad física que interrumpa el sedentarismo prolongado nos ayuda a mejorar la glicemia basal. El horario en que se realiza el ejercicio puede ayudarnos a controlar el fenómeno del alba siendo recomendable a primera hora de la mañana. 

Bibliografía

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