¿Cómo mejorar el estado nutricional antes de la cirugía?

Para disminuir las complicaciones asociadas a la cirugía muchos profesionales sanitarios abogan por una serie de actuaciones como las anestésicas, la intervención sobre el estado nutricional del paciente, los cuidados médicos generales, entre otras. 

Esos procedimientos se incluyen en la denominada estrategia ERAS (Adoption of enhanced recovery after surgery), por sus siglas en inglés, y que puede traducirse al castellano como- recuperación mejorada tras la cirugía-.  

Cada vez son más los centros hospitalarios que incorporan esta estrategia dentro de su cartera de servicios. Sin embargo, antes de aplicarla el personal sanitario debe considerar las actuaciones a no realizar y a realizar dentro del procedimiento. 

Actuaciones a no realizar en un procedimiento ERAS: 

• No prolongar el empleo de los catéteres, los sondajes o drenajes usados para la anestesia por más tiempo del necesario. 

• Animar a la deambulación precozmente. 

En cuanto a las actuaciones a realizar aportar un adecuado soporte nutricional es una de las más importantes. 

El personal encargado de la nutrición de una persona dispone de las herramientas necesarias para reconocer su estado nutricional e intervenir en los casos en los que este estado es inadecuado. 

Pasos para determinar el estado nutricional de una persona: 

• Realización de un cribado¹. Esta etapa es vital ya que muchas personas no tienen la percepción de estar desnutridos, sobre todo si padecían previamente sobrepeso u obesidad. Existen numerosas formas de realizar ese cribado. Todos los centros emplean herramientas de detección validadas y usan aquel que mejor se adapte a sus características.  

• Realización de una valoración nutricional extensiva si se detecta malnutrición. Dentro de esta valoración se estima la energía que cada individuo necesita ingerir al día y si se lleva a cabo esa ingesta de forma adecuada.  

• Suplementación de una dieta, de forma adaptada e individualizada a las características de cada persona, en los casos de ingesta insuficiente o inadecuada.  

• Valoración de la capacidad de la persona para tragar de forma adecuada. 

Una vez implementada la dieta lo más habitual es emplear suplementos nutricionales orales por boca. Los suplementos² más empleados son los denominados hiperproteicos, o ricos en proteínas.  

Sin embargo, el personal especializado en nutrición recomendará los más adecuados, individualmente. Tal sería el caso de la inmunonutrición en la que dicha complementación se realiza con productos que contienen nutrientes que influyen beneficiosamente en el sistema inmune.   

Cuando la persona es incapaz de tragar se recurre al empleo de una sonda enteral que aporta la nutrición a través de un tubo fino que termina en el estómago o en otro lugar del tracto digestivo. En caso de no poderse emplear la vía digestiva, se usará la nutrición parenteral, es decir, se aportarán los nutrientes por vía venosa.  

Consejos útiles 

• Optimizar el estado nutricional a partir de una a dos semanas antes de la cirugía.  

• Evitar el exceso de alcohol las cuatro semanas anteriores a la intervención. 

¹ Una estrategia sencilla para detectar la desnutrición en individuos sin síntomas de la enfermedad.

² Preparados comerciales, habitualmente de textura líquida, que contienen los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para complementar una ingesta natural insuficiente.