¿Cómo afectan las grasas y las proteínas a los niveles de glucosa sanguíneos?

En el control de la glucosa influyen directamente los alimentos ricos en hidratos de carbono, sin embargo, las comidas ricas en grasas y proteínas también pueden elevar los niveles de glucosa en sangre y provocar hiperglucemia tardía de 3 a 6 horas o más después del consumo de alimentos. Por ello, según la cantidad de grasa y proteína que contenga una comida deberíamos sumar insulina adicional a la dosis que pondríamos si sólo contamos los hidratos de carbono.

¿Cuándo se deben tener en cuenta las grasas y las proteínas en la dosis de insulina a administrar?

• Cuando el contenido de la comida es mayor de 40 gramos de grasa.
• Cuando en una comida se incluyen 35 gramos de proteína y por lo menos 30 gramos de carbohidratos.
• Cuando se consumen proteínas en ausencia de carbohidratos, los niveles de glucosa solo se ven modificados cuando el consumo de proteína es mayor de 75 gramos en una comida.

En estas 3 situaciones, entra el concepto de las unidades de intercambio de grasas y proteínas (UGP): “Cantidad de insulina necesaria para cubrir 150 Kcal de grasas y/o proteínas”. Una UGP precisa la misma insulina que se necesita para 1 ración de hidratos de carbono, es decir que a pesar de presentar < 5% de hidratos de carbono sí que pueden afectar a la glucemia postprandial.

Cuando comemos una comida rica en grasa e hidratos de carbono, la grasa hace que la digestión sea más lenta, por lo que la glucosa en la sangre se elevará más tarde. En las dos primeras horas tras una comida copiosa, la glucosa tiende a bajar, posteriormente la glucosa comienza a subir a las 3 horas después de haber comido provocando una hiperglucemia tardía que puede durar de 5 a 6 horas o más.

Existen muchas situaciones en las que será difícil calcular la cantidad de carbohidratos, grasas y proteínas que contienen los alimentos. Cuando comemos fuera de casa, cuando se consumen alimentos que pueden contener grasas en sus ingredientes como salsas, postres, embutidos, alimentos precocinados envasados, pizzas o cuando se combinan diferentes platos en eventos sociales puede resultar complejo conocer la cantidad de grasa y proteína con la que fueron preparados. Cuando se desconocen los ingredientes del plato, se debe ser cauteloso y observador en la cantidad de insulina a administrar. En estas situaciones es importante realizar una monitorización frecuente de los niveles de glucosa en sangre que nos permita tomar decisiones terapéuticas previamente consensuadas con el médico o educador en diabetes.