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Geriatría

Úlceras por presión: Prevención, Diagnóstico y Cuidados

Jueves, Septiembre 28, 2023
Barcelona
Dr. Roberto Petidier Torregrossa
F.E.A. Servicio de Geriatría. Hospital Universitario de Getafe

 

¿Qué es UPP? 

 

La úlcera por presión (UPP) es una lesión de la piel y el tejido subcutáneo que se produce debido a una disminución del aporte de oxígeno y nutrientes (por aplastamiento de los pequeños vasos sanguíneos de la piel) en una zona sometida a presión, rozamiento o fricción prolongada (o combinación de ambas) al encontrarse entre dos planos duros: por un lado, los huesos (generalmente las prominencias óseas más superficiales) y, por el otro, el soporte (lo más común la cama, pero también silla o sillón). 

 

¿A quién afecta las úlceras por presión? 

 

Los principales afectados son individuos que han permanecido inmovilizados durante mucho tiempo, sobre todo cuando además tienen dificultad para cicatrizar espontáneamente. Son  más frecuentemente entre personas que están ingresadas en hospitales o centros sociosanitarios (65.6%). 

 

¿Cuáles son los factores de riesgo? 

 

Factores intrínsecos:

  • ◾ Trastornos neurológicos 
  • ◾ Espasticidad y contracturas articulares
  • ◾ Enfs. concomitantes: diabetes mellitus, procesos oncológicos, sepsis, infecciones locales  
  • ◾  Alteraciones nutricionales 
  • ◾ Alteraciones cardiopulmonares o vasculares periféricas 
  • ◾ Anemia 
  • ◾ Dolor 
  • ◾ Edad > 70 años
  • ◾ Tratamientos farmacológicos: analgésicos, benzodiacepinas, citostáticos, corticoides, anticoagulantes o radioterapia 
  • ◾ Alteraciones cutáneas tipo edema o sequedad
  • ◾ Incontinencia (urinaria, fecal, o mixta) 

 

Factores extrínsecos

  • ◾ Síndrome de inmovilismo impuesto (contención farmacológica o mecánica)
  • ◾ Técnicas inadecuadas de movilización del adulto mayor
  • ◾ Medios de soporte inadaptados a situaciones de inmovilismo crónica (sillones o colchones demasiado duros o blandos) 
  • ◾ Dispositivos diagnósticos o terapéuticos: equipos de oxigenoterapia, sondajes vesicales, férulas, yesos y tracciones.
  • ◾ Sobrecarga del cuidador, que dificulta la realización de cambios posturales.

 

¿Cuáles son las consecuencias de este problema de salud?

 

Constituye un importante problema de salud pública dado que afectan tanto al individuo como a la gestión de los servicios sanitarios: 

  • ◾ Repercusiones en la calidad de vida de los pacientes
  • ◾ Prolongación de la estancia hospitalaria. 
  • ◾ Aumento del gasto en material y en cuidados (fundamentalmente de enfermería). 

 

¿Cómo se valora el riesgo de las úlceras por presión? 

 

Con un grado de evidencia alto, se recomienda el uso de una escala de valoración de riesgo de UPP, y en concreto el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión promociona el uso de la Escala Braden por su gran fiabilidad y validez en la persona adulta mayor. Consta de 6 ítems (percepción sensorial, exposición a la humedad, actividad, movilidad, nutrición, y roce y peligro de lesiones cutáneas), con un rango entre los 6 y 23 puntos, y un punto de corte de 16 para este grupo etario.

 

¿Cómo podemos evitar su aparición? 

 

El mejor tratamiento de las UPP es prevenir su aparición. Es sabido que la mayoría de ellas se pueden evitar con la aplicación de un adecuado protocolo de prevención, cuya adecuación no sólo se debe ejecutar a nivel hospitalario y en ámbito sociosanitario, sino que resulta también imprescindible implantar en el propio domicilio del paciente, cuando sus condiciones así lo demanden. 

 

¿Dónde y en quién aparecen con mayor frecuencia las UPP? 

 

Hay una mayor prevalencia de UPP en el ámbito hospitalario, en adultos mayores entre 71 y 90 años, con mayor incidencia en el sexo femenino, y afectando las prominencias óseas como sacro, codos, talones, caderas, tobillos, hombros, espalda y parte posterior de la cabeza. 

 

¿Cómo se clasifican las úlceras por presión? 

 

Las úlceras por presión presentan un aspecto clínico que va variando a lo largo de su evolución, pero se clasifican en función del tejido cutáneo comprometido, es decir, según la profundidad de afectación de los tejidos de la piel.  

  • ◾ Grado I: afecta epidermis y deja expuesta dermis subyacente.  
  • ◾ Grado II: afecta toda la piel hasta la grasa subcutánea.  
  • ◾ Grado III: llega hasta la fascia profunda.  
  • ◾ Grado IV: la necrosis abarca músculo y llega a afectar articulaciones y huesos.
 

 

¿Podemos definir unos cuidados específicos de la piel? 

 

En aquellos individuos que reúnen factores de riesgo hay que examinar el estado de la piel como mínimo una vez al día para detectar rápidamente la aparición de la lesión, prestando especial atención a las zonas de prominencias óseas (sacro, talones, caderas) y a las expuestas a humedad por incontinencia, transpiración o secreciones. 

En la fase más temprana pueden aparecer eritemas (enrojecimiento) cutáneos que no palidecen tras 30 minutos de haberse interrumpido la presión (sobre una piel por otro lado intacta). Se debe actuar sobre ella de inmediato y evitar que progrese a estadios más avanzados.  

Ha de mantenerse en todo momento la piel del paciente limpia y seca y se utilizarán jabones o sustancias limpiadoras que no agredan la piel, evitando la fricción cuando se realiza su secado. No es aconsejable usar sobre la piel alcoholes, como el de romero, ya que su utilización no sólo no beneficia el estado de la piel, sino que incluso la perjudica y en lugar de mantenerla en condiciones adecuadas de hidratación, produce el efecto contrario, es decir, la reseca debido a sus propiedades astringentes y de vasoconstricción en la zona aplicada, lo que hace disminuir la microcirculación y, por tanto, ayuda a la aparición de la lesión. 

1. Características y aplicación de los ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) 

Resulta conveniente aplicar cremas hidratantes procurando su completa absorción. En los puntos de apoyo, donde hay riesgo de desarrollo de UPP y la piel se encuentra intacta, se recomienda la utilización de AGHO, cuya aplicación en las zonas de riesgo de desarrollo de UPP es una medida que forma parte de los protocolos de prevención en los hospitales más importantes de España. 

Los AGHO son una mezcla de ácidos grasos que han sido sometidos a un proceso de hiperoxigenación que les confiere su eficacia terapéutica. La protección que infieren sobre la piel es a través de los siguientes mecanismos (Tabla 1): 

 

Tabla 1: Mecanismos de actuación de los AGHO
Evitan la deshidratación cutánea y restauran la película hidrolipídica 
Aumentan la resistencia al rozamiento 
Mejoran el trofismo cutáneo 
Impulsan la renovación celular 
Mejoran la microcirculación sanguínea impidiendo la isquemia tisular.

 

El tratamiento más novedoso en la prevención y tratamiento de las UPP de Grado I es la combinación de AGHO con extractos de plantas medicinales como: 

  • - Hypericum perforatum (hierba de San Juan, que confiere una acción cicatrizante, lenitiva, antiséptica, antiinflamatoria y reepitelizante, gracias a su composición en taninos y aceites esenciales). 
  • - Equisetum arvense (cola de caballo, rica en ácido silícico con actividad reafirmante del tejido dérmico, elastificante y reepitelizante).

La aplicación de los AGHO es muy cómoda y sencilla, lo que conlleva tanto una reducción del tiempo de dedicación del personal de enfermería, como una alternativa adecuada para la utilización en el domicilio del paciente, al no requerir la intervención de personal sanitario especializado. Si se previene la aparición de UPP de Grado I, se está previniendo sus complicaciones posteriores, como es la progresión a un grado II, III y IV. 

2. Cambios posturales 

Es necesario llevarlos a cabo en todos los individuos con riesgo de UPP. Se deben programar de forma individualizada en base a la superficie de apoyo en la que se sitúen, y siguiendo un patrón de frecuencia, posición y tolerancia. 

Con un nivel de evidencia alto, se recomienda combinar cambios cada 4 horas con el uso de colchón de espuma viscoelástica. A nivel de protección local también atesora un alto nivel de evidencia el uso de dispositivos tipo apósitos anatómicos de espuma de poliuretano, como alivio local de la presión (especialmente útil en la zona de los talones). 

Pueden resultar útiles las superficies especiales de apoyo, en especial, las que permiten manejar y distribuir la presión, como colchonetas-cojines estáticos de aire, de fibras y espumas especiales, alternantes de aire y camas fluidificadas, entre otras. 

3. Nutrición 

Cumplir con las recomendaciones de ingesta energética, proteica y de hidratación ayudará a prevenir la sarcopenia y las UPP, sobre todo si se acompañan de la realización de ejercicio físico multimodal de forma pautada, combinando ejercicios de fuerza, resistencia, aeróbicos, de equilibrio, marcha y flexibilidad (programa Vivifrail). Una óptima intervención nutricional favorecerá el proceso de curación. La tabla siguiente puede servir de referencia:

Grado de la úlcera Energía Proteínas Hidratación
Con riesgo Grados I y II 30-35 kcal/kg de peso corporal  1.2-1.5 g/kg de peso corporal 35 ml/kg de peso corporal 
Grados III y IV Más de 40 kcal/kg de peso corporal 1.5-2.0 g/kg de peso corporal 35-40 ml/kg de peso corporal 

 

Se debe además valorar la indicación de suplementos nutricionales ricos en proteínas en los casos en que haya presencia de desnutrición (así se podrá mejorar la cicatrización de las lesiones y disminuir el riesgo de infección). 

4. Tratamiento 

El tratamiento de las úlceras por presión implica múltiples métodos destinados a aliviar las condiciones que contribuyen al desarrollo de úlceras (superficies de apoyo, reposicionamiento, y soporte nutricional), protección de la herida de la contaminación y la creación de un ambiente limpio para la herida, promoción de la curación de tejidos (aplicaciones sobre heridas locales, desbridamiento y limpieza de heridas), terapias de complemento e incluso consideración para la reparación quirúrgica si fuera preciso. 

Puntos clave: 

 

  • ◾ Las UPP tienen un importante impacto en el estado de salud, la calidad de vida y en los costos de atención sanitaria. 
  • ◾ El tratamiento precoz es fundamental para promover la curación y minimizar el riesgo de complicaciones, pero aún lo es más la prevención. 
  • ◾ Los cambios posturales, la adecuación de las superficies de apoyo, la nutrición y la observación y tratamiento preventivo en las zonas de mayor riesgo son pilares fundamentales de la actitud proactiva hacia la prevención en su aparición. 

 

Bibliografía: 

 

  • ◾ González-Colaҫo M, Tardágulia García N, Negrin Mena N. Úlceras por presión en el anciano. En: Tratado de Medicina Geriátrica, 2ª Ed. Abizanda Soler P, Rodríguez Mañas L. Barcelona 2020. Pag. 735-744. 
  • ◾ Qaseem A, Humphrey LL, et al. Treatment of Pressure Ulcers: A Clinical Practice Guideline From the American College of Physicians. Ann Intern Med 2915; 162: 370-79. 
  • ◾ Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP). Clasificación-estadiaje de las úlceras por presión. Logroño, 2003. 
  • ◾ Abizanda Soler P, M, Flores Ruano T, López Utiel M. Sarcopenia  En: Tratado de Medicina Geriátrica, 2ª Ed. Abizanda Soler P, Rodríguez Mañas L. Barcelona 2020. Pag. 689-701. 
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