¡Doctor, no tengo ganas de comer!

Esta frase es una de las más escuchadas en consultas y unidades de nefrología puesto que la anorexia es un síntoma frecuente, con una prevalencia que puede alcanzar a más del 50% de nuestros pacientes según estudios realizados¹. Por tanto, pacientes y personal sanitario debemos estar alerta a su aparición para realizar un abordaje con la mayor brevedad posible.  

La anorexia viene definida como la falta de apetito que lleva a la negativa de una persona al consumo de alimentos. Esta falta de consumo de alimentos puede acarrear otros problemas secundarios de salud y es por ello que se debe abordar junto con el nefrólogo para detectar y tratar las posibles causas.

Al igual que ocurre con gran parte de los síntomas gastrointestinales, la prevalencia de la anorexia/desnutrición aumenta conforme progresa la enfermedad renal y puede manifestarse en distintos grados de severidad. Las causas que pueden contribuir a su aparición son múltiples.  

La acumulación de productos de desecho que no se eliminan adecuadamente es una de las principales causas. Este acúmulo se puede producir por baja función renal en las personas en estadios muy avanzados o bien por una deficiente dosis de diálisis. Y puede provocar una alteración del olor y el gusto de los alimentos, resultando estos poco agradables a su consumo.  

Las restricciones alimenticias que se deben llevar a cabo en los distintos estadios de enfermedad renal pueden contribuir a la desnutrición al provocar en muchos casos una gran incertidumbre sobre qué alimentos se pueden o no tomar.  Por tanto, es fundamental hablar con tu nefrólogo para que te pueda orientar al respecto. Adicionalmente, existen aplicaciones gratuitas que pueden ser muy útiles a la hora de decidir que alimentos pueden ser aconsejables en función de tus características, así como para darte ideas sobre menús y recetas para comer. Personalmente os recomiendo PUKONO© ya que está avalada por la Sociedad Española de Nefrología y cuyo manejo es realmente sencillo. 

Otras circunstancias como infecciones, enfermedades que produzcan trastornos gastrointestinales o el uso de algunos medicamentos también pueden contribuir a la aparición de la anorexia. 

Por último, debemos diferenciar dos tipos de tratamiento: por un lado, el encaminado a estimular el apetito perdido y, por otro, el que se centra en la recuperación de la desnutrición subyacente. Para el primero, se pueden emplear fármacos que, si bien no son específicos para pacientes con enfermedad renal, su uso si que parece ayudar a la recuperación del deseo de alimentarse. Mientras que el segundo puede ser tratado con suplementos nutricionales. 

La suplementación nutricional debe ser un gran pilar en el que apoyarse, pero lo primero que debemos remarcar es que en ningún caso se puede sustituir la alimentación diaria por estos complementos. A la hora de elegir el suplemento nutricional debemos tener en cuenta las características y enfermedades de cada persona. Y no debemos infravalorar algo tan importante como es el sabor del producto para que exista una adecuada adherencia a este tratamiento. Afortunadamente, hoy en día los nefrólogos disponemos de una amplia oferta de suplementos nutricionales a nuestra disposición para poder prescribirlos y combatir la temida desnutrición. 

Bibliografía:

1. Davison SN, Levin A, Moss AH, Jha V, Brown EA, Brennan F, Murtagh FE, Naicker S, Germain MJ, O'Donoghue DJ, Morton RL, Obrador GT; Kidney Disease: Improving Global Outcomes. Executive summary of the KDIGO Controversies Conference on Supportive Care in Chronic Kidney Disease: developing a roadmap to improving quality care. Kidney Int. 2015 Sep;88(3):447-59. doi: 10.1038/ki.2015.110. Epub 2015 Apr 29. PMID: 25923985.