Raquitismo: ¿qué es?, niños con riesgo y tratamiento-prevención.
01 Oct 2021
Almería
Dra. Irene Rubio Gómez
Especialista en gastroenterología y nutrición pediátrica del Hospital de Poniente.
El raquitismo es una enfermedad que afecta al hueso en crecimiento y produce huesos blandos y deformados. Su causa más frecuente es la falta de vitamina D que origina niveles bajos de calcio y fósforo que desencadenan mecanismos que finalmente producirán las alteraciones en los huesos.
El cambio en el estilo de vida de los últimos años, con menor exposición solar, junto con una ingesta baja de alimentos ricos en vitamina D, conlleva un déficit de esta vitamina que ha ocasionado un aumento de esta enfermedad.
Los niños pueden presentar dolor en las piernas, retraso del crecimiento y la dentición, alteraciones del esmalte dentario, deformidades de la cabeza y de otros huesos: cráneo blando, ensanchamiento de muñecas y rodillas, piernas arqueadas o rosario costal por engrosamiento de la unión entre el esternón y las costillas, entre otras. También pueden aparecer con mayor frecuencia infecciones, sudoración, tetania (espasmos de los músculos) o convulsiones.
Los niños que tiene más riesgo de tener raquitismo son los que tienen mayor riesgo de déficit de vitamina D:
- Alimentación con lactancia materna exclusiva sin suplemento de vitamina D o lactancia artificial con ingesta menor de un litro sin suplemento
- Niños de piel oscura
- Hijos de madres con déficit de vitamina D
- Niños prematuros y con bajo peso
- Escasa exposición solar
- Vivir en países templados
- Alimentación con pocos lácteos
- Enfermedades crónicas digestivas o renales
- Tratamiento con determinados medicamentos
El diagnóstico se sospecha por la presencia de deformidades de los huesos y factores de riesgo de falta de vitamina D y se confirma con un análisis de sangre y radiografías.
El tratamiento consiste en la administración de suplementos de vitamina D oral durante varios meses o en dosis única inyectada. A veces debe asociarse también un suplemento de calcio. Los síntomas mejoran a los pocos días de iniciar el tratamiento y las deformidades de los huesos pueden tardar varios meses en corregirse.
El raquitismo puede prevenirse con una alimentación equilibrada rica en vitamina D y calcio y una adecuada exposición solar. Se recomienda la exposición de cara y brazos durante 15 minutos al día en niños mayores de un año. En personas con factores de riesgo pueden recomendarse suplementos de vitamina D.
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